viernes, 6 de noviembre de 2009

Yggdrasil, el Fresno del Mundo


En la cosmología de la mitología vikinga, el mundo es representado como un círculo de tierra, rodeado por el océano. En las profundidades de este océano, yace la Serpiente del Mundo, y en el centro de la tierra hay un magnífico árbol, el Fresno del Mundo, Yggdrasil, cuyas raíces descienden hasta los infiernos, y por encima del cual borbotea un torrente, fuente de la sabiduría oculta. Una ardilla recorre el tronco de arriba a abajo, transmitiendo mensajes entre el águila de la copa y la serpiente que roe las raíces. Un ciervo se alimenta de sus ramas, y de sus cuernos surgen ríos. También hay una cabra, que no da leche, sino aguamiel. Es símbolo de la unviersalidad, pues representa el centro de los nueve mundos.
La serpiente de las raíces puede representar la energía creativa, extraída de la Tierra, mientras que el águila de las ramas superiores representan a los mensajeros divinos.
Probablemente Yggdrasil significa Caballo de Ygg, uno de los nombres de Odín, quien, según el mito, se autoinmoló, colgándose del árbol, para obtener poder sobre las runas, que concedían conocimiento a quien sabía interpretarlas.

LAS LLAVES LUMINOSAS

En las orillas hablo de un ajado silencio.
Tiéndeme tu mano, Soledad, desde el corazón azul profundo
del Reino del Origen, desde el jardín secreto
y siempre vivo del que se nutre la memoria.
Señálame a los dioses de tan antiguo tiempo,
de tan lejano amor. haz que en mí renazcan
el júbilo del sol del mediodía,
la paz de las praderas bajo el cielo,
el oscuro presentimiento de la mar hacia el Norte,
la melancolía indecible
de los vientos cansados en la tarde sin voz.
En un país de maravillas (¡mi pequeño país!)
donde todo crecimiento y toda naturaleza
eran la luz de lo sobrenatural.
Dime hermana mía, única diosa presente conmigo
sobre el polvo de antaño,
¿tras todo este camino llegaré algún día,
como el viejo viajero bajo un viejo arco iris,
al umbral de la mañana renacida en Infancia,
al nuevamente amado País de lo Perdido?

Alfonso Vázquez Alonso.